PLECS es un proyecto virtual en torno a la noción de site-specific, entendiendo esta idea desde las particularidades del ámbito digital. PLECS es un programa organizado y producido por Cultural Rizoma, el ciclo “Espacios virtuales en la frontera de la mirada colonial” ha sido curado por Jose Iglesias García-Arenal y Azahara Cerezo y se puede ver online en www.plecs.culturalrizoma.com



Espacios virtuales en la frontera de la mirada colonial

La pantalla abre un mundo de infinito acceso. Desde nuestra presencia virtual todo se vuelve mercancía accesible. El precio para conectarnos a esta cornucopia digital es la creación de una frontera entre nuestros cuerpos materiales y los lugares de extracción que, cubiertos por el brillo de la virtualidad, desaparecen del plano material.

En el ciberespacio, nuestro cuerpo aprende formulaciones de un territorio configurado en torno a separaciones: el aquí y el allá, lo material y lo virtual, la nube y la mina, la mercancía llegando a nuestra puerta y las redes logísticas camufladas que la trasladan. Esta configuración binaria que construye la esfera virtual contemporánea es heredera de la mirada imperial colonial, que Stefano Harney define como basadas en una “demanda sociópata de acceso”; acceso absoluto a todo, donde toda la existencia aparece como materia pasiva esperando ser capturada y transformada en “commodities”, insertada en cadenas de movimiento y creación de valor.(1)


Ore, Claudia Larcher

El primer ciclo de vídeo de PLECS ponía atención en los procesos de extracción tras las tecnologías digitales y las configuraciones laborales y geopolíticas que dan forma al ciberespacio. Este segundo ciclo parte de la mina como el reverso invisible que sostiene lo digital, tratando de visibilizar el proceso histórico que justifica el extractivismo y el proceso de “legibilidad” del espacio que ha naturalizado el permanente proceso de saqueo de energía, materias y cuerpos.

El espacio que habitamos (digital y “away from the keyboard”) responde a la naturalización de la lógica de la frontera, su construcción geográfica y su naturalización como parte de la mirada, la separación de lo invisible y lo visible. Los seis trabajos de este ciclo dan forma a un paisaje marcado por la frontera (la frontera entre lo material y lo virtual, la frontera entre un sur y un norte, la frontera entre el lugar de la extracción y el de la acumulación, la frontera entre el desierto y la metrópolis, entre la existencia y la desaparición…) resistiéndose a asumir sus lógicas, tratando de habitar lugares intermedios, los intersticios cargados de potencialidad para generar otras especialidades.

Haciendo de puente con el ciclo anterior, “Ore”, el trabajo de Claudia Larcher, dibuja un panorama donde la tierra aparece como una enorme entidad pasiva esperando ser explotada y creando pliegues que retuercen la comprensión cartesiana del mundo. La mina como origen de la virtualidad, y sus pliegues como el gran problema del capitalismo logístico: la creación de infinitas superficies en un mundo finito.

Grammar of gates, Miguel Fernández de Castro

Para comenzar un proceso de saqueo, es necesaria la construcción previa de una serie de lógicas que separen cuerpos activos y pasivos, una lógica racial que está vinculada a la construcción de desiertos. Los desiertos aparecen en el imaginario europeo de la modernidad como los lugares vacíos de vida, solo ocupado por comunidades fuera de la historia occidental. El investigador beréber Brahim El Guabli habla de “saharanismo” para describir el proceso de creación y naturalización de una imagen “universalizadora de los desiertos como espacios vacíos y sin vida, lo que proporciona la justificación conceptual para llevar a cabo acciones brutales, despiadadas y que ponen en peligro la vida de las personas en los entornos desérticos”.(2) “Grammar of gates”, de Miguel Fernandez de Castro, parte de los manuales de castellano de los guardias de la frontera entre México y EEUU para analizar los procesos de anulación de cuerpos y la lógica visual y racial que utiliza el desierto como frontera, división entre territorios nacionales, pero también entre cuerpos y prácticas legales e ilegales.

Bab Sebta, Randa Maroufi

La frontera como dispositivo de control y construcción de la mirada es una de las claves de “Bab Sebta”, el trabajo de Randa Maroufi sobre la frontera entre Marruecos y España en Ceuta. La recreación esquemática de la frontera le sirve para mostrar cómo se vive su cotidianidad, internalizando procesos de violencia y desmontan la idea de frontera como línea o valla. La frontera aparece como un espacio que puede ser habitado, pero que también nos habita, la frontera como una serie de prácticas que interiorizamos y reproducimos en nuestra vida cotidiana.

Even the sun has rumors, Ali Tnani

El uso de la cámara en estos trabajos tensa la distancia entre la mirada vigilante, imperial y absoluta a vista de pájaro, donde el dron es su máximo exponente (la cámara desvinculada del cuerpo, un ojo inmaterial capaz de volar a cualquier lugar), y la vista horizontal, con los pies en el suelo, cercana a la tierra y los procesos de excavación que suceden invisibles bajo tierra. Los procesos extractivos conllevan procesos de velado, donde el discurso del progreso ilumina temporalmente un lugar para, una vez utilizado, dejarlo otra vez en las tinieblas de la lógica capitalista. Es lo que documenta Ali Tnani en “Even the sun has rumors”, donde la descripción de un antiguo economato en una mina de Túnez explotada por Francia en tiempos coloniales nos habla de aparición de un mundo de mercancías y posibilidades que, una vez agotada la explotación, queda como una ruina de un tiempo del que solo se ha heredado la memoria de un brillo que separaba la metrópolis del desierto.


Túnel de estrellas, Andrés García Vidal

La mina abandonada o el suelo que puede ser excavado pero que aún no ha sido tocado es el reverso de la mirada cenital que trata de capturarlo todo. Cerca del suelo guardan historias reprimidas donde se pueden leer las lógicas espaciales y raciales que organizan nuestros movimientos. En “Túnel de estrellas”, Andrés García Vidal recoge la memoria de la población morisca expulsada de España en 1609 para rastrear la lógica de la frontera. Imágenes subterráneas y relatos que fluctúan entre lo oculto y lo no escuchado fuera de los lugares iluminados por la antorcha de la Historia.

Tierras raras, María García Ruiz

“Cada época tiene su materialidad, sustancias que condicionan nuestra manera de estar en el mundo, de construir mundo”. El comienzo de “Tierras raras”, de María García, nos introduce en uno de los muchos territorios que, bajo lógicas imperiales, permanece en los márgenes de lo visible. La búsqueda de materiales cada vez más escasos amplia las fronteras de la modernidad, creando pliegues que nos acercan a lugares distantes, al mismo tiempo que los vuelven inaccesibles. La desaparición de la tierra, del suelo y los ritos y símbolos que nos anclan a un lugar crea un mundo inmaterial, pero cada vez más reducido, constreñido por los límites materiales de la Tierra. Y cuanto más se reduce, más activa se vuelve la frontera, generando una maraña de incontables puntos ciegos.

Jose Iglesias García-Arenal


1 Niccolo Cuppini y Mattia Frapporti, Logistics Genealogies. A dialogue with Stefano Harney 

2 Brahim El Guabli, Saharanism in the Sonoran, en Avery Review 58 (October 2022)