INTRA. Miradas desde la Faja pirítica
Ana Tejedor, Manuel Prados, Marguerite Maclouf, Júlia Izaguirre y Jose Iglesias García-Arenal

    La Faja pirítica es una gran concentración de sulfuros en el suroeste de la península ibérica. Explotada desde hace siglos en minas como la de Riotinto, esta forma geológica toma una importancia estratégica en la transición digital y energética europea por la posibilidad de extraer minerales fundamentales para la fabricación de baterías y aparatos electrónicos.

    Esta exposición parte de la Faja pirítica para reunir varios trabajos artísticos que atienden a la naturalización de las lógicas extractivas y a cómo la mercantilización del suelo y los bienes comunes permea las relaciones sociales. Las imágenes del proyecto TINTO® de Ana Tejedor retratan el paisaje explotado en torno al río Tinto, su fragmentación y el intento de seguir rentabilizando una zona de sacrificio donde el valor económico está por encima de la vida. Muy cerca de la desembocadura del río, en los invernaderos de Huelva, regados por acuíferos sobreexplotados, vemos como la mercantilización de los bienes comunes está imbricada con las lógicas de explotación racista que sostienen las “huertas de Europa”. La instalación Entre las aguas y el vídeo Las luciérnagas de Marguerite Maclouf miran los espacios de visibilidad y opacidad y las tecnologías que dan forma a la agricultura intensiva de los invernaderos, en cuyo centro los “regadores” gestionan el uso del agua en un paisaje tóxico.

    Regresando a la mina de Riotinto, Júlia Izaguirre utiliza materiales de distintos archivos para cruzar tiempos y escalas en Extraer una imagen, combinando documentos de las vidas cotidianas de las familias que habitaban y trabajaban en el entorno de Riotinto y los microorganismos que sobreviven en los espacios intoxicados por los procesos de extracción. Trata así de sustraerse a una mirada puramente especulativa del territorio y muestra la mina como un ecosistema complejo y conflictivo con una historia propia que no ha sido narrada. Para evitar la naturalización de modelos de desarrollo violentos es fundamental preguntarse qué imágenes median nuestra relación con la extracción de recursos y generar procesos con los que mirar desde el extrañamiento, como hace la pieza Corta , en la que Manuel Prados ofrece una vista cenital de la Corta  Atalaya de Riotinto a partir de una técnica sustractiva de grabado. De un modo similar, el vídeo Lixiviación, que mezcla imágenes de zonas de minería y de lugares donde se proyectan minas futuras, y el poema ¿Cómo vivir en una zona de sacrificio? de Jose Iglesias García-Arenal tratan de impulsar la capacidad que tenemos para pensar múltiples futuros e imaginar el porvenir más allá de horizontes extractivistas.

    Esta exposición es una extensión del proyecto INTRA. Preguntas a la Tierra y su género, de Manuel Prados, un proceso de investigación desde las artes sobre el extractivismo minero en el sur de la península ibérica y que se ha desarrollado desde 2023 a través de charlas, visitas a zonas mineras y la exposición INTRA. Respuestas al extractivismo y sus formas, que se inauguró en la Sala Atín Aya de Sevilla el pasado marzo.

    Durante la exposición, una serie de actividades conectarán la cuestión minera con otros procesos extractivistas a través de presentaciones y talleres que buscan generar un mapa de relaciones y alianzas en torno a la noción de zona de sacrificio. La primera de estas actividades es la presentación del libro Memorias ahogadas de Jairo Marcos y Mª Ángeles Fernández.